Todo nuevo año, trae nuevos comienzos. Y en este caso el 2022 viene de la mano de cambios fiscales que pueden entrar en vigor después de que los Presupuestos Generales del Estado se aprueben. Así quedan los impuestos que se avecinan.
Impuesto de Sociedades
Este tributo grava las rentas en personas jurídicas, por lo que cualquier empresa está obligada a contribuir por medio de este impuesto, que actúa como impuesto directo en muchas entidades, sobre todo grandes compañías. Este grupo lo conforman diversas sociedades, asociaciones, fundaciones privadas, agrupaciones de interés económico o uniones temporales de empresas, pero también fondos de pensiones, fondos de inversión, de capital-riesgo…
Impuesto de Sociedades
El impuesto de sociedades es uno de los que sufrirán la mencionada subida según los PGE. Esta subida fija el tipo mínimo en un 15% sobre la base imponible, mientras que el tipo nominal es del 25% desde 2016 (30% para banca y petroleras). De esta forma, ninguna de las grandes empresas podrá tributar de manera efectiva por debajo de ese 15%.
Por ejemplo, hasta ahora las entidades sin fines lucrativos que apliquen el régimen fiscal previsto en la Ley 49/2002 tributaban un 10%; las sociedades y fondos de inversión, activos bancarios y sociedades de capital, un 1%; y las sociedades de inversión inmobiliaria y fondos de pensiones, un 0%. Con la entrada en vigor de los PGE, todos pasarían a tributar un 15%.
Autónomos
Los autónomos también se verán afectados. Los cambios fiscales pasan por la subida de impuestos, ya que tanto su base mínima como su base máxima de cotización subirán un 1,7% el próximo año. En concreto, el artículo de la ley establece la base mínima en 960,60 euros mensuales (frente a los 944,40 euros actuales) y la base máxima en 4.139,40 euros (frente a los 4.070,10 euros de ahora). Por otro lado, los tipos de cotización seguirán siendo los mismos: 28,30% por contingencias comunes, 1,30% por contingencias profesiones, 0,90% por cese de actividad y 0,10% por formación profesiones, lo que significa un total de 30,60%.
Impuesto de matriculación
Este tributo se verá incrementado en prácticamente un 40% en los coches nuevos desde el 1 de enero debido a la nueva normativa de homologación de medición de emisiones en esos vehículos. Es otro de los cambios fiscales más importantes para este nuevo año. Con la modificación de la norma, que establece que el aumento de las emisiones que mide es de un 20%, muchos coches cambiarán de tramo fiscal. En concreto, esto supondrá una subida de 12 euros de media en la letra mensual de un coche, según Sumauto.
Planes de Pensiones
Los PGE de 2021 ya significaron una rebaja sustancial a la cantidad máxima que podían desgravar quienes tuvieran un plan de pensiones, pasando de 8.000 euros a 2.000. Con los PGE de 2022, esta cantidad descenderá hasta los 1.500 euros. Mientras, las aportaciones máximas a los planes de empresa con derecho a deducción subirán 500 euros, hasta los 8.500.
Impuestos Especiales
También habrá aumento de los denominados impuestos especiales sobre el tabaco en torno a un 5,5% que ya anticipa, como están haciendo algunas marcas, un aumento del precio del tabaco. De hecho, un tercio de todo lo recaudado por este concepto, los especiales, provendrá del tabaco, unos 6.880 millones de euros en 2022.
Empresas de Alquiler
Tal y como ocurre con los planes de pensiones, hay otras bonificaciones fiscales que se reducen drásticamente en los presupuestos del año próximo. Hablamos de las referidas al impuesto de sociedades para empresas que se dedican a arrendar viviendas.
Compra de una vivienda
Entra en vigor un nuevo valor de referencia que determinará los impuestos que debe pagar quien compre una vivienda de segunda mano o quien herede o reciba en donación un inmueble. Los expertos alertan de que supondrá un aumento en la tributación de diferentes impuestos a los que afecta: el ITP para quien compra una casa usada, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre el Patrimonio.
Así, el contribuyente no pagará impuestos por lo que le ha costado la casa, sino por su valor de mercado. Este valor de mercado será calculado a partir de precios de compraventas de inmuebles, según información facilitada por Notarios y Registradores.
Este nuevo valor afectará no sólo al ITP (impuesto que se paga por comprar una vivienda usada), sino también al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISyD) y al Impuesto sobre el Patrimonio.